El Campeonato de Europa de balonmano Hungría y Eslovaquia 2022 comienza mañana con la presencia del campeón europeo, el campeón mundial y el campeón olímpico como aspirantes a levantar el cetro europeo entre otros. Dinamarca es la selección que parte con más ventaja.

Estos son los principales favoritos al título:

Dinamarca

La selección danesa es la gran favorita para ganar el Europeo de balonmano 2022 de Hungría y Eslovaquia. Los escandinavos son los vigentes campeones del mundo y subcampeones olímpicos, y pueden resarcirse del pésimo Europeo de 2020 en el que finalizaron decimoterceros.

Dinamarca llega en un estado inmejorable al campeonato. A diferencia de otras selecciones no tiene bajas relevantes por lesión ni se ha visto afectada gravemente por el coronavirus como muchos de sus rivales. Los de Nikolaj Jacobsen llegan incluso más fuertes que nunca al haber recuperado a una de sus grandes estrellas, Rasmus Lauge Schmidt, que se perdió el pasado Mundial y los JJOO por una rotura de ligamentos.

Una selección sin puntos débiles aparentes desde la deslumbrante explosión el año pasado de Mathias Gidsel (mejor lateral derecho del Mundial y MVP de los JJOO de Tokio). El talentoso jugador danés de 22 años ha terminado con la eterna ausencia de un lateral derecho de primer nivel mundial en Dinamarca.

La colección de talentos que acumula Dinamarca en la primera línea hará sudar sangre a Jacobsen para repartir los minutos. Mikkel Hansen, Rasmus Lauge Schmidt, Mads Mensah Larsen, Mathias Gidsel, Jacob Holm... incluso se ha permitido el lujo de utilizar a Lasse Andersson solamente en defensa los últimos campeonatos.

Parecido sucede en la portería donde Jacobsen se permite el lujo de prescindir del brillante Emil Nielsen, futuro portero del Barcelona, al contar con Kevin Moller, Jannick y Green y el portero más decisivo del mundo, Niklas Landin.

Además de a Gidsel, el 2021 le regaló a Dinamarca al pivote Magnus Saugstrup. El jugador de 25 años, ahora en Magdeburgo, explotó al máximo nivel demostrando su gran eficacia en ataque y sus excelentes apirutudes en defensa. Parcela en la que tendrá la ayuda de dos clasicos como Henrik Mollgaard o Henrik Toft Hansen.

Dinamarca llega como el rival a batir, la selección con más talento y que menos ha sufrido las lesiones y el covid hasta el momento. La única duda es si les afectará la pérdida de minutos de Mikkel Hansen en el PSG.

Francia

A pesar de que la vigente campeona olímpica ha tenido una fase de preparación totalmente caótica por los numerosos casos de covid en su plantilla, las bajas por lesión y el ataque a Elohin Prandi, los de Guillaume Gille siguen siendo uno de los favoritos al título.

El seleccionador galo tendrá las importantísimas bajas de Nedim Remili, Timothey N' Guessan, Luka Karabatic y Elohim Prandi para el Europeo, pero Francia sigue contando con grandes estrellas como de Dika Mem o Ludovic Fabregas y cómo no, el gran Nikola Karabatic.

Las bajas han obligado a Gille a convocar a varios talentos jóvenes del balonmano francés como el pivote Theo Monar, el lateral izquierdo Thibaud Briet o Julien Bos. En el caso de Dylan Nahi y Aymeric Minne, el nivel mostrado en los últimos tiempos les hará ser jugadores importantes.

La gran referencia ofensiva de Francia será Dika Mem, el lateral derecho blaugrana tendrá aun más protagonismo goleador por la ausencia de Remili y contará con la cobertura de su compañero en Barcelona Melvyn Richardson y de Julien Bos, una de la sorpresas de la temporada en Montpellier.

El liderazgo y la experiencia de Nikola Karabatic se antojan fundamentales para encajar a los jóvenes y encontrar una solución en el lateral izquierdo. Además de la leyenda francesa, Romain Lagarde tendrá que dar un paso adelante.

Ludovic Fabregas seguirá siendo la referencia en los seis metros y el eje de la defensa gala, esta vez sin Luka Karabatic a su lado. La presencia del costamarfileño Karl Olivier Konan, gran defensor en la zona central, puede solucionar la ausencia del menor de los Karabatic.

Francia ha tenido muchos sobresaltos y llega con bajas importantes pero es una selección peligrosa con mucha experiencia y caras nuevas con mucho talento fruto del gran trabajo de cantera los últimos años.

Suecia

La selección sueca de Glenn Solberg oposita seriamente a alzarse con el título. Vigentes subcampeones del mundo, a punto estuvieron de vencer a España en los cuartos de final de los JJOO de Tokio y optar a las medallas, pero la reacción final de los Hispanos logró dar la vuelta al partido.

Solberg ha conseguido formar un bloque muy competitivo que lleva muy marcado su sello. Jugadores que atacan y defienden sin necesidad de hacer cambios, físico, y mucha velocidad. Talento tampoco es que le falte a los escandinavos.

Gottfridsson y Claar son los cerebros en ataque con la ayuda de Carslbogard, Sandell y Lagergren en los laterales, mientras que en los extremos cuenta con el excelso talento de Hampus Wanne y Ekberg. Darj y Carlsbogard forman el centro del 6-0 defensivo que les permite muchos minutos jugar sin cambios y en la portería tiene un portero top como Palicka.

Una selección muy potente hecha a la medida de Solberg, que ha demostrado en los dos torneos que ha dirigido a Suecia que su fórmula funciona.

Hungria

Hungría fue una de las sorpresas del pasado Mundial de Egipto tras finalizar el torneo en quinta posición y ser uno de los mejores equipos sobre la pista. El plus de ser el anfitrión le convierte en un equipo muy a tener en cuenta en la lucha por las medallas.

La selección magiar lleva años realizando un gran trabajo en su relevo generacional y el combinado dirigido por Istvan Gulyas y muy influenciado por Chema Rodriguez llega en un momento óptimo a su Europeo. Jovenes como Bence Banhidi, Dominik Mathe o Zoltan Szita consegrándose y con veteranos de lujo como Mate Lekai y Roland Mikler.

El país magiar presenta una selección con gran poderío físico, una defensa muy fuerte con Sipos y Banhidi en el centro del 6-0 y mucho potencial de lanzamiento exterior de la mano de jugadores como Mathé, Szita o Bodo.

Bence Banhidi es el jugador sobre el que gira en juego magiar, un pivote excelso en ambos lados de la cancha que marca diferencias y aprovecha el talento de Lekai o Hanusz en ataque.

Una selección que viene en clara fase ascendente y que contará con el apoyo de su público al no haber restricciones en Hungría.

España

La selección española defiende título por partida doble al ser campeón en 2018 y 2020 y a pesar de estar inmersa en el pleno relevo generacional sigue siendo uno de los rivales a batir en el Europeo, seguramente no para ganar pero sí podría luchar por las medallas.

España ha perdido a jugadores históricos de nuestro balonmano como Raúl Entrerrios, Julen Aginagalde, Viran Morros o Dani Sarmiento después de los JJOO de Tokio, pero mantiene gran parte del bloque principal de los últimos campeonatos.

Perez de Vargas, Corrales, Gedeon Guardiola Cañellas o Figueras aseguran la competitividad de la selección española, que también mantiene a sus parejas de extremos más habituales. Un relevo generacional progresivo y planificado años atrás que no parece que vaya a provocar bajadas bruscas de competitividad.

El cambio más importante viene en la posición de central donde dos debutantes como Agustin Casado e Ian Tarrafeta asumirán la responsabilidad de dirigir el ataque de España, aunque estarán muy bien flanqueados por veteranos de lujo como Joan Cañellas, Antonio García, Jorge Maqueda o Eduardo Gurbindo.

Gedeón Guardiola seguirá liderando la defensa con la ayuda de Miguel Sanchez-Migallón como ya ocurrió en Tokio tras la lesión de Viran Morros, e Iñaki Peciña como plus en el 6-0.

En la parte negativa hay que contar con la baja por lesión de los hermanos Dujshebaev, especialmente por el liderazgo que ambos - especialmente Alex - han asumido en la selección.

España llega al campeonato con ciertas incógnitas pero manteniendo el bloque ganador de los últimos años, y con un técnico como Jordi Ribera que ha trabajado mucho el relevo generacional en los últimos años integrando a muchos jugadores al grupo.

Otras selecciones a tener en cuenta

El Europeo 2022 se presentaba como una ocasión ideal para confirmar el progreso de Portugal, la competitividad y las buenas sensaciones de la Serbia de Toni Gerona o el esperado primer título de la excelente generación noruega, pero por varios motivos estas tres selecciones tienen un Europeo muy complicado.

Portugal cuenta con importantes bajas por lesión que han obligado a Pereira a rejuvenecer el equipo. La ausencia de Andre Gomes, Joao Ferraz, Alexis Borges, Pedro Portela, Luis Frade, Diogo Silva o Belone Moreira no permite ser muy optimistas con los lusos en el campeonato.

Serbia ha sufrido un brote importante de coronavirus en los últimos días que han obligado a al tortosí Toni Gerona a prescindir para el inicio del torneo de siete jugadores, entre ellos piezas esenciales como Dejan Milosalvjev, Ilija Abutovic o Nemanja Ilic. Además cuentan con la baja por lesión de Petar Nenadic.

Las bajas de Magnus Rod y Goran Johannessen alejan a Noruega de la lucha por las medallas. Las pocas rotaciones en la primera línea han castigado habitualmente a la selección de Christian Berge, que siempre llega con mucha fatiga a las rondas finales, especialmente Sander Sagosen. La ausencia de Johannessen sobrecargará en exceso a la estrella del Kiel y a Chris O'Sullivan.