Michal Jurecki, último miembro en activo de la excepcional generación polaca de los 2000, ha anunciado hoy su retirada inmediata del balonmano, El lateral polaco de 39 años cuelga las botas tras una exitosa carrera a nivel de clubes y de selecciones.

Los problemas físicos que ha arrastrado Michal Jurecki durante el último año en el metatarso, y que apenas le han permitido jugar, han animado a la leyenda del balonmano polaco a colgar las botas de inmediato y no completar este último año de contrato con el Azoty-Pulawy.

Una carrera profesional que comenzó a principios de los 2000 en Polonia de la mano del Tecza Koscian, Chrobry Głogow y Kielce, antes de partir a la Bundesliga de la mano del extinto HSV Hamburgo y triunfar posteriormente en el Tus N-Lubbecke por falta de minutos en el equipo hanseático.

En 2010 regresó a Kielce para convertirse en uno de los jugadores claves en el crecimiento del equipo polaco a la élite del balonmano europeo. Ocho ligas de Polonia, nueve copas y la consagración del Kielce al máximo nivel con el título de EHF CHampions League la temporada 15/16 en su tercera Final Four.

En 2019 regresaría a la Bundesliga para jugar una temporada en el Flensburg-Handewitt y al año siguiente firmaría con el Azoty Pulawy, en el que ha militado sus tres últimas campañas.

Uno de los miembros destacados de la generación de oro polaca

A nivel de selecciones la trayectoria de Michal Jurecki ha sido aun más destacada al ser uno de los referentes de la mejor generación polaca de la historia. Junto a grandes estrellas del nivel de Slawomir Szmal, Karol Bielecki, su hermano Bartosz Jurecki, los hermanos Marcin Lijewski y Krzysztof Lijewski o Mariusz Jurasik llevó a Polonia a la élite del balonmano de selecciones.

Si durante los primeros éxitos de Polonia, plata en el Mundial de 2007 y bronce en el Mundial de 2009, Jurecki era el relevo de lujo desde el banquillo, en la década siguiente se convirtió en un auténtico líder de Polonia. Bronce en el Mundial de 2015 y cuarta posición en los JJOO de Rio 2016 llevando al extremo a Dinamarca en unas semifinales históricas. A nivel individual fue elegido mejor lateral izquierdo del Europeo 2016.

El último referente de una generación que ha marcado la historia del balonmano polaco.