El pivote madrileño Jaime Gallego ha comunicado que deja la práctica del balonmano profesional después de año y medio intentando volver a las canchas y centrará sus esfuerzos en recuperar su tobillo para la vida diaria. 

A través de sus redes sociales Jaime Gallego ha explicado la situación que atraviesa desde que se lesionó el tobillo después de disputar de la Copa de España en diciembre de 2023, en la que era su primera temporada como jugador del Barça, y que no le ha permitido volver a las canchas desde entonces.

El exjugador del Barça explica su largo y complicado proceso de recuperación de una lesión que ningún especialista ha sabido diagnosticar, y los problemas crónicos que le ocasionó uno de los tratamientos para eliminar una infección en su articulación.

A pesar de los muchos esfuerzos y más de un año de rehabilitación Jaime Gallego sigue sin poder hacer vida normal y ha optado por dar prioridad a la recuperación del tobillo para su vida cotidiana dejando de lado el deporte profesional.

"He tratado de evitar durante estos meses una operación definitiva que aunque me quite el dolor condicione de una forma u otra el resto de mi vida, pero al final creo que debo tomar ese camino para poder llevar una vida acorde con mi edad. Mi objetivo actual es ese y haré lo que esté en mi mano para poder vivir con normalidad.

Por todo esto, a día de hoy y debido al estado de mi tobillo, no sé si podré volver a jugar a balonmano. Tras todo lo vivido durante este proceso, acostumbrado a convivir con las muletas, con la bolsa de hielo y sin haber recuperado aún una vida normal sin dolor hace que me centre en objetivos realistas para poder ser persona antes que jugador de balonmano", indicaba el jugador madrileño.

El talentoso pivote madrileño, campeón de los Juegos Mediterraneos con los Hispanos en 2022 y fichado por el Barça en verano de 2023 desde Bathco Torrelavega, se aparta del deporte profesional para dar prioridad a su vida personal. Toda la suerte en su recuperación.

 

Carta íntegra de Jaime Gallego

Buenas a todos:

Os quería contar lo que he vivido durante estos dos años, desde que mi tobillo me imposibilitó seguir haciendo lo que más me gusta. El proceso empezó en hace algo mas de año y medio, cuando a los pocos días de estar jugando la Copa de España en Irún mi tobillo comenzó a hincharse sin ningún motivo aparente.

A partir de ahí se sucedieron un montón de pruebas tratando de diagnosticar lo que me estaba pasando. Tras visitar varios de reumatólogos ninguno conseguía determinar que me estaba ocurriendo ante la falta de respuesta a la batería de tratamientos.

Pasé una vez por quirófano para hacer una limpieza y coger muestras para analizarlas, las cuales indicaron que no había infección y que se trataba de un proceso inflamatorio de origen desconocido.

Pasaron los días y seguía con el tobillo hinchado y sin poder caminar debido al dolor. A los meses uno de los reumatólogos que siguió mi caso y al ver que no le cuadraba mi evolución, decidió pincharme el tobillo para extraer líquido y analizarlo.

El cultivo dio positivo en un estreptococo y tuve que entrar a quirófano por segunda vez para eliminar la infección y hacer un tratamiento de antibiótico. Desde ese momento mejoré parcialmente en parte gracias a la rehabilitación con los fisios. El reumatólogo me mantuvo el tratamiento para prevenir ya que seguía sin tener un diagnóstico claro.

Pero la articulación había quedado muy dañada debido a todo el proceso que había sufrido, dificultando la rehabilitación e imposibilitándome si quiera poder hacer una vida normal.

A día de hoy aún no sé qué es lo que me pasó en el tobillo aquel mes de diciembre más allá de que tuve una artritis en el tobillo izquierdo y por ello tengo que seguir una supervisión con especialistas.

Tras acabar mi contrato con el FC Barcelona, me encuentro intentando recuperarme para poder sentir que el tobillo no me limita como lo lleva haciendo todo este tiempo, recuperar una normalidad que aunque sin el deporte de élite, me permita mantenerme activo, poder caminar sin dolor y pasar horas fuera de casa.

He puesto todo lo necesario e invertido muchísimas horas en la rehabilitación pero esas horas no se han visto recompensadas con progreso en mi tobillo, por ello siento que debo diversificar mis energías en otras cosas que me hagan feliz.

He tratado de evitar durante estos meses una operación definitiva que aunque me quite el dolor condicione de una forma u otra el resto de mi vida, pero al final creo que debo tomar ese camino para poder llevar una vida acorde con mi edad. Mi objetivo actual es ese y haré lo que esté en mi mano para poder vivir con normalidad.

Por todo esto, a día de hoy y debido al estado de mi tobillo, no sé si podré volver a jugar a balonmano.

Tras todo lo vivido durante este proceso, acostumbrado a convivir con las muletas, con la bolsa de hielo y sin haber recuperado aún una vida normal sin dolor hace que me centre en objetivos realistas para poder ser persona antes que jugador de balonmano.

Jaime Gallego