Si hay una noticia que ha sorprendido al mundo del balonmano en los últimos meses ha sido la retirada de Kim Ekdahl Du Rietz. El lateral sueco anunciaba su retirada a los 27 años tras completar la mejor temporada de su carrera, culminada con el segundo campeonato de Bundesliga consecutivo con el Rhein-Neckar Löwen.

La razón principal de la estrella sueca para explicar su sorprendente decisión es que el balonmano no le llenaba y que debía explorar otras opciones en la vida para ser realmente feliz. Entre ellas viajar o finalizar sus estudios de psicología. Pero si hay algo que Ekdahl Du Rietz tiene claro es su relación con el balonmano.

La estrella sueca ha comentado que sabía que tenía talento para jugar al balonmano, que ha demostrado que puede ser un jugador de primer nivel mundial y que el deporte profesional le había permitido llevar una vida cómoda. Pero aun así no le llenaba y necesitaba buscar la felicidad en otros ámbitos.

Probablemente su gran problema ha sido que el balonmano no era su pasión como el mismo ha confesado, empezó a ganar dinero con este deporte a los 16 años por lo que continuó su carrera, pero él prefería hacer otras cosas como jugar al baloncesto. Hasta que decidió dejarlo todo de lado.

Y así es como uno de los mayores talentos que ha salido del balonmano sueco en los últimos tiempos ponía punto y final (o quién sabe si punto y seguido) a su carrera en su momento algido. Un talento que despuntó en el Mundial de Suecia 2011 y que ha llevado al Rhein-Neckar Löwen a sus dos primeros títulos ligueros de su historia.