Rasmus Lauge Schmidt ha sido el gran protagonista de la final del Mundial de balonmano 2023 gracias a los 10 goles que anotó a Francia para certificar el tercer título mundial consecutivo danés. Un Rasmus Lauge que solo había disputados 23 minutos en el torneo y que una semana antes de la final estaba preparando su regreso a casa por lesión.

La estrella del Telekom Veszprem ha sido el gran quebradero de cabeza de la selección danesa en el campeonato por una lesión muscular en el gemelo, técnicamente muy leve, que no permitía al primera línea danés debutar.

Pasaban los días y la lesión de Rasmus Lauge no mejoraba. El staff técnico danés convocó de urgencia al lateral del Magdeburgo Michael Damgaard para afrontar con garantías los partidos de la Main Round, en la que Dinamarca se jugaba el pase a cuartos, al haber sumado también la baja de Lasse Moller.

La selección danesa afrontaba el lunes 23 su partido más importante del torneo, debía ganar a Egipto en la última jornada de Main Round si no quería enfrentarse en cuartos de final a la anfitriona Suecia o incluso quedarse fuera de los cuartos.

El pesimismo reinaba en la expedición danesa y Nikolaj Jacobsen no esperaba poder contar con Rasmus Lauge Schmidt para este campeonato. El día previo al enfrentamiento contra Egipto el jugador del Veszprem realizó su último test. Si salía mal se volvería para casa.

Rasmus Lauge ha agradecido a la fisio Anja David Greve su trabajo

El secretismo en la federación danesa sobre el resultado de la prueba fue total hasta que se publicó la convocatoria para el partido y el primera línea danés estaba entre los 16 seleccionados por Jacobsen. Solamente el meta Niklas Landin había dejado caer a la prensa danesa que él había visto bien a Rasmus.

Rasmus Lauge debutó ante Egipto con 14 minutos, descansó en el cómodo partido de cuartos ante Hungría y ayudó a su equipo en defensa en las semifinales ante España con otros 9 minutos. Pero la final le reservaba una gran sorpresa.

Aunque nadie esperaba una gran aportación de Lauge Schmidt al haber llegado tan justo a la final, Nikolaj Jacobsen apostó por él como revulsivo en la segunda parte al haber visto algo parados a Gidsel y Pytlick en el tramo final del primer tiempo. "Rasmus podía ayudarlos con sus acciones de uno contra uno" ha señalado el seleccionador danés a posteriori.

Rasmus Lauge no solo ayudó a DInamarca, fue el auténico heroe de la final con un segundo tiempo descomunal en el que anotó 8 de sus 10 goles. El jugador del Veszprem se mostró indescifrable para la defensa francesa con sus acciones individuales y sus potentes lanzamientos exteriores.

Una presencia en la final con un nombre propio, el de Anja David Greve. La fisioterapueta de la selección danesa, y del Odense femenino, convenció a Rasmus Lauge para seguir trabajando y no tirar la toalla cuando todo parecía perdido. "No teníamos mucha fe, pero Anja me convenció para intentarlo una vez más. Se lo agradezco, porque de lo contrario habría visto la final como espectador. Ya había comprado el billete de vuelta a casa".

 

- Campeonato del Mundo de balonmano Polonia y Suecia 2023