La selección española ha dejado escapar una oportunidad única de jugar una final de unos Juegos Olímpicos tras perder ante Islandia por 36-30 dando además una pésima imagen. Pese al mal torneo disputado, los hombres dirigidos por Juan Carlos Pastor se encontraron con un cruce de cuartos de final sencillo y lo mejor, con un posible cruce en semifinales asequible, evitando a Francia y Croacia, los dos cocos del torneo. Tras los apuros del partido ante Brasil el equipo nacional mejoró mucho su imagen y su nivel ante Korea en cuartos. Con una buena defensa en la segunda parte y un inspirado David Barrufet, España se plantaba en unas semifinales olimpicas. Ayer era el día clave, ganando a Islandia se llegaba a la primera final olímpica del balonmano español y se aseguraba la medalla de plata, y perdiendo nos jugabamos el bronce ante una potente Croacia que nos ganó en el partido de debut. La oportunidad se esfumó, de hecho empezó a esfumarse nada más empezar. Un 5-0 de inicio indica una falta de concentración tremenda y en unas semis y con el estado en el que llegaba España era demasiado lujo. Todo el partido ha sido un querer y no poder marcado por la pésima defensa española, esa que llevamos sufriendo todo el torneo y que ha permitido a los lanzadores islandeses lanzar a placer durante los 60 minutos. Así es Imposible ganar a un equipo de medio pelo, como para ganar unas semis de los Juegos... Tampoco teníamos la lección bien aprendida, Islandia es un equipo que corre muchísimo y nuestras pérdidas eran una bendición para los islandeses que han corrido a placer. La típica situación de Snorri Gudjonsson desdoblándose al pivote que siempre hace, a nosotros parece habernos cogido de sorpresa, al igual que los lanzamientos de los extremos Sigurdsson y Petersson, habituales en este torneo y característicos de ambos jugadores que ejecutan en sus clubes frecuentemente. En definitiva, una actuación horrible y más aun para todo lo que suponía ganar este partido. Ahora solo queda pensar en la oportunidad que hemos dejado pasar, luchar por el bronce ante Croacia, y cambiar de ciclo. En el fondo la fortuna nos llevó más lejos de lo que merecíamos...